Intentar conversar diez minutos con Santana durante los días del FIVAC fue una tarea un poco más complicada de lo que parece. Si habitualmente se pasa todo el tiempo caminando de aquí para allá, organizado o arreglando algo, esa semana -como es lógico- su adrenalina alcanzó valores más elevados.

¿En que se ha diferenciado este certamen de otros anteriores?
“Ha sido mucho más organizado, un poco reducido en sus propuestas, pero se ha tenido más tecnología disponible, lo que ha hecho más fácil su producción. Hemos implicado menos espacios externos, todo se ha concentrado más en el CEDINM, pero entre las muchas ventajas que eso aporta, nos permite que el proyecto La Próxima Resistencia y las muestras en concurso que están en la galería que montamos en El Arca se queden durante todo el mes. Es como extender un poco el evento y que las personas que no han venido puedan ver las obras”.

Luego de muchos meses preparando esta séptima edición, ya ha llegado a su fin, ¿qué viene ahora para el FIVAC?
Ya tenemos algunas ideas para las vacaciones, de hacer talleres abiertos de tecnologías con niños y jóvenes, tenemos algo de realidad virtual con un grupo francés, queremos mostrarle al público las cosas que estamos haciendo con la impresora 3D, con todos los ´juguetes´ interactivos que tenemos. Y luego empezar con el festival itinerante, ya hemos estado en Estados Unidos, España, México, se han enviado muestras a Grecia, Italia, y ahora lo que nos toca es difundir. Para noviembre, Javier Muñiz nos está invitando al Certamen de Cortos de Soria para mostrar la selección de premiados en esta edición. Y tal vez después tengamos pronto otro intercambio con una universidad norteamericana.

Tenemos también la ardua tarea de darnos a conocer en nuestro país, de estar más presentes en los medios, llegar a las nuevas generaciones que entran al ISA, hacer un festival itinerante por las provincias, que es un viejo sueño que tenemos, pero también eso lleva un costo, un tiempo y vamos a ver si lo logramos antes del próximo certamen.

Más allá de su responsabilidad como Presidente, ¿qué le deja en lo personal el evento?
Me apasiona mucho tener a gente que viene de lugares tan disímiles como el Reino Unido, Canadá y Argentina, que vengan desde tan lejos a compartir, a crear alianzas. Durante todos estos años he visto crecer amistades que se han fundado aquí, he visto artistas que empezaron tímidamente a presentar sus primeras obras y ya hoy son reconocidos en participaciones internacionales, y eso me reconforta más allá de que agradezcan al festival o a mí en lo personal.