Memory Theatre: la huella de Helen Kirwan en FIVAC

Por: Yusarys Benito Deliano.

Hace dos años Helen Kirwan estuvo en FIVAC. Trajo hasta Camagüey el primer momento de una trilogía que hace referencia a conceptos como la memoria, y a través del performance, la imagen en movimiento y la fotografía se cuestiona, literalmente, si se dejó algo atrás.

Regresa ahora con la intención de exhibir “Memory Theatre”, la segunda parte. Y es que, como ella misma defiende, “el contacto físico con objetos y entornos externos sirve también como una forma de mapeo para intentar encontrar camino en un desierto y en la niebla, o en el desconcierto ante la perdida de un ser querido”. Para nosotros, en cambio, significa el viaje seguro hacia una obra intimista, muy propia, y la posibilidad de sentir por encima de todo la voz de una artista.

Participó en la séptima edición del FIVAC. ¿Por qué regresar?

La edición anterior fue la primera vez que participé en el festival y me impresionó sobremanera el nivel de profesionalidad y la seriedad del propósito, y la energía de Camagüey en FIVAC.

También me llamó la atención la manera en la que consiguieron reunir a artistas de tantos países y la creación de oportunidades para que nos encontremos para debatir ideas.

Considero que, especialmente, en estos momentos tan convulsos y con tantos conflictos, es aun más necesario que los artistas se reúnan para intercambiar sus ideas y crear un espíritu positivo que se extienda más allá de las fronteras nacionales.

¿Qué significado le atribuye al FIVAC?

¿Por qué los artistas crean sus obras? Yo como artista simplemente tengo que hacerlo. Para mí el arte es mi vida. Toda mi vida gira en torno al arte. Pienso en él todo el tiempo. Es un gran privilegio, y me siento muy afortunada de tener la oportunidad de hacer mi obra y mostrarla aquí.

En “Memory Theatre” maneja varios conceptos. ¿Qué valor tienen para usted y por qué escoge el videoperformance para representarlos?

Es una pregunta difícil. Es complejo encontrar el lenguaje visual para representar conceptos abstractos como la memoria y la conmemoración. Estos son conceptos difíciles de comunicar visualmente. Y lo es también para mí, pues parto de la experiencia personal de haber perdido a mi esposo en el 2001. Por tanto, parece haber una especie de sinergia, una manera de expresar físicamente el sufrimiento y la pérdida.

Quizás la forma más poderosa de representar es mediante lo que me gusta llamar actuación performática, actuar la palabra, actuar las acciones. Pero estas cuestiones son difíciles de expresar, realmente imposibles. Es por eso que decidí ejecutar un montón de acciones absurdas mediante el performance. Por ejemplo, medir el mar y vaciar las cubetas de agua. Repito estas acciones una y otra vez para comunicar la idea de lo infinito.

Uno pueda hablar un largo rato sobre el agua como transición de la vida a la muerte, de la muerte a la vida. Por tanto, creo que el agua es obviamente una parte esencial del mundo y en el video también me verán tocando la tierra, casi de la misma manera en que los animales lo hacen para mostrar desesperación, pues qué otra cosa pueden hacer.

Estos performances con las cubetas y que registro en video, también los hago en vivo en una playa y la gente acude a verlos. Es una experiencia totalmente diferente. Son bastante profundos, y las personas los encuentran realmente conmovedores. Es increíble como la gente lo entiende todo al momento. Uno puede pensar que no, pero es asombroso.

Luego del Festival participará en la 58ª Bienal de Venecia, ¿presentará alguna obra relacionada con estas ya vistas en FIVAC?

Sí. La obra que presento en la Bienal de Venecia se titula “Perpetuum Mobile”. Es la tercera de la trilogía. “Memory Theater” es la segunda de esa trilogía, y “Fragment and Trace”, que también se mostró aquí, la primera.

Perpetuum Mobile se filmó principalmente en Uzbekistán y en el Líbano, en un bosque de cedros, en un entorno de grandes árboles. Soy yo caminando, como vagando eternamente.

En Uzbekistán estoy caminando por un lago de sal, entonces soy yo en un fondo blanco y en un ambiente desolado. Es una metáfora que representa la idea de vagar eternamente por la faz de la tierra. La idea del hombre, o la mujer, caminando eternamente por la faz de la tierra, simplemente caminando, caminando, caminando…

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